Al preguntarle a una persona ¿cuál es el símbolo que representa a la accesibilidad o a la discapacidad? estamos seguros que, como mínimo, el 90% de los encuestados responde que el de la figura de una persona en silla de ruedas. El típico cartelito azul con la silueta en blanco que se ve en todos lados: estacionamientos, baños, asientos preferenciales, entre otros. Este logo fue creado a través de un concurso de diseño organizado por Rehabilitation International (RI) en 1968, por la diseñadora Susanne Koefoed; modificado por Karl Montan, agregando un círculo en la parte superior de la figura sentada, imagen que se mantiene hasta hoy, siendo uno de los cinco (5) símbolos más reconocidos en el mundo.
El año 2010 Sara Hendren y Brian Glenney inician “The Accessible Icon Project”. Lo que comenzó como una campaña de arte urbano terminó abriendo la discusión respecto al rol y mirada de las personas con discapacidad hoy en día y la necesidad de respaldar una mayor accesibilidad en el entorno. El proyecto se exhibe en el Museo de Arte Moderno (NY) dentro de su colección permanente de arquitectura y diseño. El ícono, de dominio público y gratuito para su uso y difusión ha ido expandiéndose rápidamente, demostrando que el cambio era necesario y bien recibido. Instituciones, empresas, ciudades, municipios, ONG´s y activistas individuales en todo el mundo se han apropiado del nuevo diseño incorporándolo en reemplazo del antiguo símbolo.
El nuevo símbolo, incorporado oficialmente en varios estados de USA y adoptado también en diferentes países, es para muchos una mejor representación del símbolo de accesibilidad. Su fortaleza es modernizar un símbolo con características que lo hacen más actual y dinámico, sin perder el reconocimiento mundial que lo convierte en uno de los símbolos más identificados en el mundo.
Su debilidad es que la figura sigue representando una ayuda técnica y confundiéndose con un símbolo de “discapacidad” cuando su finalidad es indicar “accesibilidad” o condición de espacios, entornos y servicios que pueden ser utilizados por personas independiente de su condición de movilidad.
No obstante, consideramos que, tras la evolución y revolución que se ha vivido en las últimas décadas respecto a la percepción y consideración de la discapacidad y al aumento de proyectos y avances en accesibilidad, ese símbolo también debería evolucionar.
De hecho, en Julio de 2015 la Unidad de Diseño Gráfico del Departamento de Información Pública de la ONU en Nueva York, diseñó un nuevo símbolo de accesibilidad. La figura, con los brazos abiertos, simboliza la inclusión para las personas sin distingo de sus capacidades.
Este nuevo símbolo, se despoja de este modo de las connotaciones negativas de la discapacidad para incluirnos a todos en un símbolo que potencia la igualdad y las capacidades positivas de todos los individuos, es decir, la accesibilidad universal. La mayor fortaleza de este símbolo es independizar el concepto “accesibilidad” y no asociarla con una figura que asociamos naturalmente con “discapacidad”.
Pero, lamentablemente esta imagen está pasando desapercibida. El logo que hemos venido utilizando desde hace décadas ha calado tanto en la sociedad, que parece muy complicado desbancarlo.
En este punto surgen contradicciones y debates bastante interesantes, como: ¿Merece la pena mantener el antiguo logo a pesar de que no refleja realmente la accesibilidad universal? ¿Tendría un buen acogimiento esta nueva propuesta? ¿Por qué no se ha promovido a nivel internacional el nuevo símbolo?
Esta iniciativa de la ONU y la concreción en el logo de accesibilidad configura una nueva manera de ver a la discapacidad y ayuda a seguir generando inclusión plena en la sociedad y accesibilidad para todos. La sociedad evoluciona y del mismo modo nuestros usos y conceptos, los cuales se unen al desarrollo normal y óptimo de nuestras vidas.
¿Qué opinas tú?